domingo, 2 de enero de 2011

Rally Dakar: la leyenda se mantiene viva

Por Gustavo Conti / Ovación

Victoria / Enviado especial.- Qué es la locura sino una forma de trascender los límites. Eso es el Dakar. Una verdadera locura. Por lo que cuesta organizarlo, por lo que significa correrlo, por la masa humana que hace hasta lo imposible por ver de cerca un espectáculo único en el mundo. Y ayer fue Victoria la ciudad privilegiada en recibirlo. Hoy le tocará el turno a Rosario verlos pasar, aunque ayer fueron muchísimos los rosarinos que cruzaron el puente y se instalaron a la vera de la ruta 12 para anticipar la movida que comenzaba esta madrugada, ver de cerca a Marcos Patronelli, al español Carlos Sainz y hasta el piloto de San Lorenzo Federico Gut, que trajo los suyos.

El primer día del año se notó solo hasta pasado al mediodía en Victoria. Hasta allí solo unos pocos se habían arrimado al parque Termal Victoria del Agua, donde se instaló el primer campamento del Dakar en las afueras de la ciudad. A esa hora empezaron a llegar los primeros camiones de asistencia, pero ya a media tarde la ruta y el acceso al bivouac lucían atiborrados de público, que se bancó la alta temperatuta.

Recién a las 18.48 llegó desde Buenos Aires, punto de largada simbólica, la primera máquina, el cuatriciclo Honda de Jorge Santamarina. Y no sólo recibió la ovación por eso, sino porque pisándole los talones arribaron los hermanos Patronelli. Marcos, el que dio el “sí” a la prueba apenas unos días antes, luego de fracturarse los dos tobillos hace solo un mes, se paró sobre su Yamaha Raptor y con el pulgar hacia arriba fue saludando a todo el mundo, mostrando que está razonablemente bien.

La victoria (el 1-2) del año pasado los hizo reconocidos y por eso hasta los vehículos de asistencia mecánica y familiar fueron vitoreados al llegar. Y no fueron pocos los que aprovecharon para preguntar por el estado de Marcos, recibiendo un okey como respuesta.

A las 18.53 llegó la primera moto, la del argentino Eduardo Copello. Los candidatos Despres y Coma arribaron dos horas después y descansan menos porque eran hoy los primeros en salir. Javier Pizzolito, el candidato a destacarse entre los argentinos, los madrugó llamando la atención con su casco, con una cámara de TV para captar imágenes. Mientras que Sainz, el primer auto, les pisó los talones. Los del medio del pelotón arribaron bien entrada la noche y después los camiones.

Pese a no ser un día de competencia, algunos ya empezaron con problemas, como Santiago Hansen (compañero de Gut), que debió ser arrastrado con una soga por Daniel Mazzuco, el único que corre con una Ago Pro 800, y dejó en evidencia una de las características del Dakar: la solidaridad entre los pilotos. Los mecánicos de Polaris fueron entonces los primeros en poner manos a la obra y seguramente no los únicos.

Pudo parecer un día extenuante, pero para los pilotos fue el más relajado de los que vendrán pese a que la mayoría recibió al llegar la asistencia de kinesiólogos. Las vaquillonas con las que fueron recibidos en el bivouac apenas resultaron un mimo. No tendrán mucho para disfrutar a lo largo de las próximas dos semanas, en que todo se reducirá a conducir y correr mucho, comer y descansar lo que se pueda. Hoy el Dakar estará ante los ojos rosarinos.

Parten primero

Marc Coma (KTM) y Marcos Patronelli (Yamaha) eran los primeros en partir hoy, a las 4.20. A las 6.48 lo hará Carlos Sainz (VW) y a las 9.11 el Kamaz de Vladimir Chagin.